Dice Maslow que cada acción del ser humano es motivada por algún tipo de necesidad. Establece cinco necesidades: fisiológicas, de seguridad, sociales, estima y realización. En estas cinco clasificaciones caben, como siempre, un enorme rango de matices y mezclas (eso pienso yo). El fondo del asunto es que no hay acción personal casual o inmotivada. Accidental, tal vez. Cada acción tiene un propósito, cualquiera, la mas mínima.
Si mezclamos a Maslow con Freud, entenderíamos que muchas acciones nuestras tienen una motivación explícita. Aquellas acciones nuestras que explicamos de manera casual, accidental o con la mayor indiferencia del mundo tienen un propósito que no queremos ver abiertamente.
Por eso, y sólo por eso.