pequeño update de los días que pasan

As my guitar gently weeps...

- La frase del mes such as life... las cosas pasan y uno tiene que seguir: Tiene que olvidar, tiene que perdonar, tiene que decidir, se tiene que aguantar. No hay botoncito de replay, ni delete, ni back to the saved file, ni system restore ni nada parecido. Que mal, con tanta tecnologia y que no hallan inventado todavia algo así. Que se le va a hacer, a veces hace falta.

- Segunda semana de clases. La primera fue la peor de todas. Con calor, muchos y nuevos alumnos, nuevas clases y responsabilidades. Algo bueno de la escuela es que por fuerza tienes que reiniciar ciclos. Renovación espontánea cada seis meses. Sin embargo, fue verdaderamente agotador. Tanto que despues de las clases de la mañana llegaba a tirarme a la cama a dormir, que el fin de semana he decidido no salir para guardar fuerza. Tanto que ni siquiera peleo pero tengo el límite de tolerancia en un nivelmuy bajo (de por sí).

Anyway. El pueblo se sigue vaciando. Ahora me tocó despedir a Ariel. Un excompañero de trabajo, de la universidad y de un proyecto que realizamos sobre Juan Soldado y los Mixtecos de la Colonia Obrera. Su despedida fue emotiva. Es chido cuando alguien es capaz de convocar a gente diversa solo por el gusto de verlo. La verdad me da mucho gusto saber que se va para cumplir metas. Al rato lo veremos de cacasagrada dictando conferencias y presentaciones sobre la cultura popular y la religión. Por el otro lado, la nostalgia es inevitable. El tiempo sigue marcando ritmo, la gente crece y por fuerza se tiene que dispersar. Cumplir sus ciclos. Esto siempre me ha molestado, aunque lo veo como inevitable. Soy de sentimientos priiistas, me resisto al cambio.

- Tiempos violentos: irak - tsunami -londres - katrina. Y lo que pasa en nuestros pueblos y ni siquiera sabemos que pasa. La historia siempre ha tenido estas cosas, pero no dejan de tener tintes apocalípticos. Lo de Nueva Orleans es una mezcla entre la Guerra de los Mundos y la Noche de los Muertos Vivientes. No me cabe que una cosa así halla pasado en el país que se jacta de ser el más poderoso, organizado y moderno del mundo. Ni en mi rancho se ha visto que la ciudad entera sea evacuada. Peor, que desaparezca. Ahora solo quedan calles, edificios, fábricas y casas. Pero la gente, sangre de las ciudades, ha sido barrida. Despachadas para todos lados en paquetes de decenas de miles o semiabandonadas a su suerte en medio de la ciudad. Y los medios empiezan a hablar de la rapiña y los saqueos. Pero no cometen el eror de pasar en pantalla a personas robando comida y cobijas. Y para acabar, Nueva Orleans, ciudad de negros, ciudad olvidada. Anoche ví la muvi de La Llave Maestra, filmada en esta ciudad y totalmente inmersa en la cultura popular de esos lugares. Ignoro que tan apegado este a ella, pero en fin. Cuando la veía, no podía dejar de pensar que todo lo que se veía ahí, simplemente ya no existe más, se lo llevó el agua, for ever and ever.