Again

Me abruma la gente que me rodea y sus preocupaciones estúpidas, la mínima altura de sus motivos cotidianos. Son como los perros de la Lázaro, que se comian las entrañas de los otros perros. He optado por interactuar lo menos posible con la gente, limitándome a hacer mi trabajo y llevarme bien con los que se quieren llevar bien. Lo demas, no me interesa, tengo cosas que ocultar, pero no motivos para pretender ser lo que no soy. No puedo evitar estar bajo la mirada de gente que no me aprueba, pero he aprendido a que esas cosas no me afecten. Por eso te lo repito, no me agradas.