Se acabaron los levantones, los secuestros, las desapariciones, los ajustes de cuentas, los encajuelados y las ejecuciones. En el afán de limpiar las palabras de sangre, y garantizar la impunidad y la ineficacia judicial, el término políticamente correcto para referirse hoy al horror es incidencia. ¿Cuántas tendremos esta primavera?