Viajar es un motivo de evasión, una cierta forma de irresponsabilidad donde se dejan tantas cosas en suspenso mientras uno se va. Si yo viajara en este momento y encontrara la posibilidad de prolongar mi estadía en cualquier lugar, lo haría por la simple razón de que allá no es acá. Pero una vez pasada la emoción, terminaría dándome cuenta de que, si estoy tratando de dejar algo atrás, encontrare alguna dinámica que me desagrade, la misma rutina pero con otros colores.