La noticia del secuestro de Diego Fernández de Cevallos se ha convertido en una payasada. Red por la Transformación Global ofrece secuestros con certificado de autenticidad. Diego y la defensa de su barba, Diego y la conmutación de su pena de muerte. Comunicados con proemio. El crimen organizado también tiene buenos redactores. ¿Usted le cree a Diego? Los Misteriosos Desaparecedores le quitan salvajismo a esta cosa del secuestro y lo vuelven algo nice.
Aunque me encantan las novelas de Ellroy, detestó la nota roja que inunda las páginas de los diarios locales. Hasta cierto punto es inevitable. Primero, porque la realidad se impone. Segundo, porque es buen negocio. Como negarlo. Por si fuera poco, entre encobijados y colgados, como regalo para estupefactos y morbosos, nos enteramos del inesperado desenlace de la historia de "Marianita". Resulta casi inverosímil, salvajismo e ignorancia a todo lo que da. A veces pienso que Tijuana es el Chicago de Ezra Park.
Laura Bozzo seguramente es de lo peor de la televisión y la política latinoamericanas. Explotadora de los pobres, en los que retrata lo peor de la condición humana, para que el resto del conjunto social no se sienta retratado. Lo que Laura Bozzo ofrece es basura, y Televisa lo ofrece como oro en boca de Azcárraga nieto. Sin purismos intelectuales o snobistas, la llegada de Bozzo a México, vía TV Azteca, y su salto a Televisa como figura estelar, nos debe preocupar. Laura Bozzo no sólo es epítome del mal gusto sino rostro y propaganda del fujimorismo en Perú. En el complicado contexto mexicano, ¿será instrumento político o simple comedia humana?
Semana de locos, y apenas es miércoles.
