La soledad de los pasajes


Bajas del taxi con audífonos puestos. Encuentras a la ciudad bella. La gente camina, se abraza, crees que en algún momento podrías haberte enamorado de alguna de estas chicas, te ves reflejado en los morrillos y freaks que transitan por la calle. Las terrazas y mesas en la calle con las personas, con lana y sin tanta lana, disfrutan del espectáculo publico, de la calle. Sonrío. La gente toma café, cerveza, fuma, se abraza, se besa. Los lugares que antes estaban derruidos y perdidos hoy lucen radiantes, revitalizados. Los espacios que antes eran nuestros y transitábamos impunemente, han sido tomados por la gente y la economía. Aun así estoy feliz, voy camino a un curso de arte en una excurios, TJinChina, un espacio conquistado para nosotros, un nosotros. A lo lejos, veo cómo un hotel prácticamente ha devorado la cuadra donde estaba el restaurante al que nos llevaban a comer mis padres cuando eramos niños. El edificio de madera, ya sin glamour y sin gloria, resiste vergonzosamente. La ominosa presencia del edificio da un claro mensaje: hay una encarnizada batalla por el paisaje, predio por predio.

Gentrificación: Capitalismo. Matar la ciudad para salvar la ciudad. Preguntar al nieto del dueño de la librería de mayor tradición en la ciudad sobre lo que siente al verla convertida en un bar con gorilas cadeneros que separan a los bonitos de los feos. Respuesta: Es un cementerio.

Los espacios culturales pioneros de la Tijuana contemporánea son, sin duda, Río Rita, el Nopal Centenario y el Lugar del Juglar. Mención especial merece la galería de la artista Nina Moreno, una casa ubicada al frente del parque Teniente Guerrero que tenía siempre las puertas abiertas. Luego vinieron espacios como el Lugar del Nopal, la experiencia más longeva y sin duda referencia para lo que vino después. La Casa de la Nueve y la Antigua Bodega de Papel. ¿Cuáles faltan? La Cafetera, un sitio de la revista Punto de Vista, los estudios de Gerardo Navarro (Orbe Studios y Penthouse 7), La Escala, el Revolver, Mezzanine, Don Loope, ¿Qué otros? Debe haber otros más que por desconocimiento y desmemoria, no por desdén, hace falta mencionar.