La palabra «pueblo» implica una unidad fundada en intereses comunes;
sólo habría que emplearla en plural, puesto que únicamente existen
«intereses comunes» entre varios pueblos. La «población» de una misma
región tiene intereses diversos e incluso antagónicos. Esta verdad no
debe ser olvidada.
Cinco dificultades para quien escribe la verdad
Bertolt Brecht
sólo habría que emplearla en plural, puesto que únicamente existen
«intereses comunes» entre varios pueblos. La «población» de una misma
región tiene intereses diversos e incluso antagónicos. Esta verdad no
debe ser olvidada.
Cinco dificultades para quien escribe la verdad
Bertolt Brecht
¿Por quien vas a votar este año? ¿Acaso votarás? Si he de votar este año sé que no lo haré por ninguno de los tres partidos mayores. Por el PAN no voto por la incapacidad para gobernar este país, por su ineficacia, por su autoritarismo, por la corrupción, por su sumisión ante quién sea: intereses extranjeros, los grupos de poder nacionales (digamos Televisa), el narco, hasta exfuncionarias inconformes. Por el PRI... nada más porqué es el PRI. Además, porque siguen apostando al poder por el poder, encarnado en muchas figuras (Gamboa, Beltrones) Hoy, la más siniestra es Peña Nieto, responsable de lo de Atenco (pueblo de mis abuelos, pueblo de mi niñez).
Por el PRD no votaré por ser un partido sin dignidad y sin memoria. Por haber traicionado los principios que le dieron origen. La tranza de la reforma energética fue más que un arreglo por una ley. El PRD, no olvidemos eso, era el partido heredero de las diferentes luchas sociales del México Posrevolucionario en el siglo XX, de Valentín Campa, de tantas cosas. El PRD fue heredero del registro del Partido Comunista, entonces PSUM, que tan generosamente brindó Heberto Castillo en el after del 88. Y todo eso lo cambio para verse bien, salir en la foto y dar facha de plurales y abiertos al diálogo... que sólo puede hablar poniendo palabras en la boca de una niña, que no asume sus actos (pritavización, dice Jesús Ortega) y de paso hace evidente su división interna (El PRD que sí trabaja, dice la niña).
Del Verde y del PANAL ni que decir. Negocios particulares, burla de sí mismos y de una sociedad que les da vida a sabiendas de que se tratan de negocios particulares o de reductos de poder de políticos indeseables. Dinosaurios que gozan de cabal salud. Del PSD lo mismo, el silencio del 2006 Patricia Mercado lo pagó saliendo por la puerta de atrás. El PSD enarbola banderas "radicales" con el fin, supongo, de arrancarle votos a eso que se le llama izquierda.
Así quedan Convergencia y PT, que en los hechos son casí lo mismo. Puede ser que vote por estos partidos por dos razones. La primera son las afinidades y simpatías personales acumuladas desde la resistencia civil pacífica del 2006. La segunda es que estos partidos, al menos en sus dirigencias nacionales, no han dado la espalda a López Obrador. Si bien Convergencia no participó en la toma de la tribuna del 2006, no ha dejado de flanquear a AMLO durante estos dos años. Aún así, habrá que ver la calidad y el compromiso de los candidatos en este proceso.
Curiosamente, a medida que se acerca el fuego electoral muchos vuelven a llamarse lopezobradoristas. Igual que el PRD en el 2006, hasta que les dejó de convenir. AMLO es una marca no registrada que atrae, que identifica, que "vende". Ahí el dilema, apoyar a uno de los dos partidos que han permanecido a lado de López Obrador y arriesgarse a que, cerrado el proceso electoral, recojan el beneficio y, cómo el PRD, se den la vuelta y hagan arreglos oscuros con el gerente de Los Pinos o con el PRI.
¿Se acuerdan de Graco Ramírez bloqueando la línea internacional?
Amigos, a quien respeto en sus ideas y sus acciones, hablan de la necesidad de unirse, de "sacar esto adelante", lograr lo que se pueda en la vía electoral para que "el movimiento" se consolide. La experiencia del 2006; la poca preocupación, vigilancia y control que tiene López Obrador de quienes se dicen sus representantesconlíneadirectayhastasucelulartengo en las diferentes regiones del país y; el estratégico triple salto ideológico del PRD, que olvidándose de sus votantes prefirió negociar para que le dieran aunque sea para su bon ice. Todo eso me hace pensar que es mejor que salga toda la pus, toda la mierda, a ver que queda al final. Si alguien quiere ganarse un voto, no lo debería hacer explotando el membrete López Obrador, sino de modos más honestos. Que digo, democracia = utopía = falacia. El Estado mexicano es un chiste, los membretes políticos se conjugan en una partidocracia, un chiquero, un star system del chingón, del corrupto y del cómo hacerse de una buena chamba.
La democracia no se construye por decreto, sino desde abajo, una conquista política de los pueblos. Se necesita ciudadanía, se necesita también que estos ciudadanos creamos que esto puede cambiar (me salió un comercial del IFE postUgalde, rewind del 88) por la vía electoral, por la lucha social, por dónde sea, pero que esta vez, deseamos ilusamente, sea en serio. Y pues no, no será este año... ni el que viene, tal vez no sea algo que nuestra generación alcance a ver.
Por el PRD no votaré por ser un partido sin dignidad y sin memoria. Por haber traicionado los principios que le dieron origen. La tranza de la reforma energética fue más que un arreglo por una ley. El PRD, no olvidemos eso, era el partido heredero de las diferentes luchas sociales del México Posrevolucionario en el siglo XX, de Valentín Campa, de tantas cosas. El PRD fue heredero del registro del Partido Comunista, entonces PSUM, que tan generosamente brindó Heberto Castillo en el after del 88. Y todo eso lo cambio para verse bien, salir en la foto y dar facha de plurales y abiertos al diálogo... que sólo puede hablar poniendo palabras en la boca de una niña, que no asume sus actos (pritavización, dice Jesús Ortega) y de paso hace evidente su división interna (El PRD que sí trabaja, dice la niña).
Del Verde y del PANAL ni que decir. Negocios particulares, burla de sí mismos y de una sociedad que les da vida a sabiendas de que se tratan de negocios particulares o de reductos de poder de políticos indeseables. Dinosaurios que gozan de cabal salud. Del PSD lo mismo, el silencio del 2006 Patricia Mercado lo pagó saliendo por la puerta de atrás. El PSD enarbola banderas "radicales" con el fin, supongo, de arrancarle votos a eso que se le llama izquierda.
Así quedan Convergencia y PT, que en los hechos son casí lo mismo. Puede ser que vote por estos partidos por dos razones. La primera son las afinidades y simpatías personales acumuladas desde la resistencia civil pacífica del 2006. La segunda es que estos partidos, al menos en sus dirigencias nacionales, no han dado la espalda a López Obrador. Si bien Convergencia no participó en la toma de la tribuna del 2006, no ha dejado de flanquear a AMLO durante estos dos años. Aún así, habrá que ver la calidad y el compromiso de los candidatos en este proceso.
Curiosamente, a medida que se acerca el fuego electoral muchos vuelven a llamarse lopezobradoristas. Igual que el PRD en el 2006, hasta que les dejó de convenir. AMLO es una marca no registrada que atrae, que identifica, que "vende". Ahí el dilema, apoyar a uno de los dos partidos que han permanecido a lado de López Obrador y arriesgarse a que, cerrado el proceso electoral, recojan el beneficio y, cómo el PRD, se den la vuelta y hagan arreglos oscuros con el gerente de Los Pinos o con el PRI.
¿Se acuerdan de Graco Ramírez bloqueando la línea internacional?
Amigos, a quien respeto en sus ideas y sus acciones, hablan de la necesidad de unirse, de "sacar esto adelante", lograr lo que se pueda en la vía electoral para que "el movimiento" se consolide. La experiencia del 2006; la poca preocupación, vigilancia y control que tiene López Obrador de quienes se dicen sus representantesconlíneadirectayhastasucelulartengo en las diferentes regiones del país y; el estratégico triple salto ideológico del PRD, que olvidándose de sus votantes prefirió negociar para que le dieran aunque sea para su bon ice. Todo eso me hace pensar que es mejor que salga toda la pus, toda la mierda, a ver que queda al final. Si alguien quiere ganarse un voto, no lo debería hacer explotando el membrete López Obrador, sino de modos más honestos. Que digo, democracia = utopía = falacia. El Estado mexicano es un chiste, los membretes políticos se conjugan en una partidocracia, un chiquero, un star system del chingón, del corrupto y del cómo hacerse de una buena chamba.
La democracia no se construye por decreto, sino desde abajo, una conquista política de los pueblos. Se necesita ciudadanía, se necesita también que estos ciudadanos creamos que esto puede cambiar (me salió un comercial del IFE postUgalde, rewind del 88) por la vía electoral, por la lucha social, por dónde sea, pero que esta vez, deseamos ilusamente, sea en serio. Y pues no, no será este año... ni el que viene, tal vez no sea algo que nuestra generación alcance a ver.